Orígenes

Castaño150 ( Res. Campeón Bage 1945 )

Halcón
Zingaro - Primer Premio y Premio Especial Melo 1947.
Nacido el 3 de setiembre de 1944, talla 1.46, tórax 1.73,
caña 0.18.
Primer animal expuesto por La Invernada en una
Exposición Nacional.
Xingú 2345 - Por Navajo y Tica. Gran Campeón Melo 1976
Hechicera
Por Navajo y Malagüeta. Nacida el 25 de noviembre de 1972
Apolo por Chamacho y Nescacha - Gran Campeón Melo 1971
La invernada es un establecimiento agrícola –ganadero, que se encuentra ubicado en el km 389 de la ruta 26, que une Melo con Tacuarembo, sexta secc. policial del departamento de cerro largo, Uruguay. Ocupa una extensión de 15.940 has. ubicadas principalmente entre los arroyos sauce, zapallar, y el rio negro. Posee excelentes campos naturales, invernadores por excelencia, complementados con unas 2.000 has de praderas cultivadas, donde se desarrolla una ganadería de ciclo completo con 14.000 vacunos base Polled Hereford y 6.000 lanares de raza corriedale. Dos represas irrigan 800 has de cultivo de arroz anuales y también se cultiva avena y sorgo, como complemento alimenticio de la explotación ganadera.

Posee un casco principal ubicado a 16 km de la ruta 26, desde donde se atienden unas 8 mil has; y cinco puestos que se encargan de las restantes 8.000 has. Es un establecimiento en donde se mantiene aun las mas ricas tradiciones del gaucho antiguo, que hace que sea un establecimiento señero para los uruguayos.

Su origen se remonta a 1874, cuando se practico la mensura y partición extrajudicial de los campos pertenecientes a la suc. de Don Jose Luis Martins y su esposa Doña Maria Suarez, que abarcaba un área de 93.331 has. De allí surgió la fracción 6, compuesta de 6 suertes 2.551 cuadras 5.546 varas, que le toco a Don Felipe Martins, padre de Placido Martins. Dicho patrimonio se conservó en la familia Martins por sus consecuentes generaciones hasta la fecha, y hoy pertenece a la firma “Placido Martins SA“

Nada de lo aquí escrito tendría sentido si no decimos que “La Invernada” se dedica también a la cría del caballo criollo en su forma mas pura. Posee una población de 750 ejemplares que a través de los años han sido celosamente criados, cuidados y seleccionados a tal punto que han permitido que sea un establecimiento reconocido dentro y fuera de fronteras uruguayas. Dicha obra fue comenzada por Don Placido Martins quien tuvo la virtud de conservar y mejorar la caballada heredada de sus ancestros; y a la que posteriormente su hijo Felippe Martins, fue puliendo, seleccionando y orientando su cría, hasta formar esta caballada tan particular, que hoy 40 años después de la muerte de Don Felippe, conserva su tipo, su uniformidad, su enorme bondad, dándonos grandes satisfacciones a quienes la ensillamos.

Pero........, hablar de Don Felippe Martins, es hablar de una leyenda dentro de los hombres mas camperos, que tenían los conceptos mas transparentes de lo que querían del caballo criollo. Si a ello le agregamos su notable habilidad y destreza para montar a caballo, su constante integración a los trabajos del campo, el diario convivir con su caballada y su peonada, aumentaba su conocimiento real campero, todo lo cual le facilitaba enormemente su tarea de selección. Su gran visión y practicidad por las cosas esenciales, hicieron que en la década del 50  “La Invernada” ya fuera un establecimiento moderno, funcional, que hoy día conserva prolijamente su identidad.
La orientación de la selección que Don Felippe invoco en nuestra cabaña, armoniza con el tamaño y topografía del establecimiento en si; en donde encontramos potreros grandes, con mucha extensión de bañados y pajonales en las orillas de los arroyos y unas 1.700 has de monte espeso de espinillos, coronilla y ñapindá. Don Felippe busco un animal que tuviera el mejor desempeño para este tipo de campos, de ahí que sean animales vivaces, livianos, quizá algo lejos del suelo, pero de un corazón y una resistencia incomparables, y que encuadran perfectamente en los standares de la raza, ya que el aspecto morfológico nunca se ha descuidado dentro de nuestra sangre cerrada.

Ya desde el nacimiento el potrillo debe recorrer grandes distancias al pie de su madre, por el tamaño de los potreros, esto provoca un gran desarrollo pulmonar y un corazón fuerte, naturalmente. A eso se le suma el trabajo diario en la estancia, en donde se recorren distancias que fácilmente superan los 20 km en la mañana, retornando al galopito o trote chasquero para ganarle al tiempo. Este trabajo se logra manteniendo 4 tropillas de andar, de 40 caballos cada una, todas de pedigree, siendo dos de ellas de pelo moro y las otras 2 de pelo rosillo y bayos en su mayoría, rotándose cada 15 días. Es en este trabajo diario que se seleccionan las mejores yeguas para las distintas competencias de marchas funcionales de 750 km, chasques, enduros, paleteadas, y que luego pasan a integrar el centenar de yeguas de manadas que empadrilladas con 9 padres de cinco líneas de sangre diferentes entre si, son los encargados de mantener la única sangre criolla uruguaya en su forma mas pura, mediante la producción de unos 80 potrillos por año, de los cuales la cabaña reservara solo una decena de ellos, en su mayoría hembras, manteniendo así su equilibrio genético. El resto es ofrecido al mercado en un remate anual y venta particular. 

La Invernada es un mito, apegada desde antaño a la tradición campera, escuela en donde se forman capataces de estancia y los mas mentaos domadores. Aquí el peón campero siente orgullo de ensillar en la madrugada la mejor yegua mora de pedigree  y lucirse con el mejor atado de cola. Todavía vemos en los potreros grandes el poste del señuelo en el medio del potrero, donde se hacían rodeos de mas de 500 reses y se destetaban los terneros a pata de caballo o se apartaban los novillos para embarque, siempre en yunta y si el animal iba “apretado” mejor. Esto para la peonada, mas que un trabajo, era un momento propicio para demostrar su destreza campera y que andaban bien montados. Siempre a estos trabajos se iba con caballos de refresco para mudar a la orden del capataz. Era también un momento propicio para que los domadores “entregaran” sus yeguadas al capataz.

A los rodeos era ley concurrir de espuelas, lazo y cola atada, así le gustaba a Don Felippe, quien se lucía con sus famosos criollos como el pampa “Malinche”, el zaino “Canela” o el rosillo “Coronilla”. Antes de comenzar el aparte se maneaban la muda de caballos a un costado del rodeo, y era norma ver a Eudes Perez (bayano) dejar su poncho de verano a un costado y toda la perrada echarse alrededor del poncho ante su orden. Recién ahí comenzaba el trabajo, curando algún vacuno abichado con un pial de a caballo y de todo el lazo, se daba por finalizado el rodeo. Había mucha gente campera, y la que no, lo hacían. Las sacadas de ganado de la costa requerían ser baqueano, allí lo mandaban por una picada y tenia que guiarse por el grito de los compañeros, ya que la espesura del monte no le permitía ver mas que unos pocos metros adelante y solo cuando llegaba al mangueron se enteraba de la cantidad de animales que salían. Normalmente faltaba ganado y había que volver al fondo de la costa nuevamente.

Toda esta rica historia se encuentra celosamente guardada en la estancia y en el recuerdo de muchos empleados “viejos” que aun hoy trabajan en “La Invernada”.


Líneas de Sangre.




Con el inicio de los registros de la raza criolla en la asociación rural, comienzan también los registros en la cabaña “La Invernada”, siendo un bayo cabos negros el RP 1 que se llamaba “Cauan”, el RP 2 “Lontra” zaina negra; el RP 12 fue el primer moro registrado en la cabaña y se llamaba “Bage”. El pelo que mas abunda en la cabaña es el moro y rosillo, habiendo también rosillo-moro, bayos, oscuros, entre otros.

Los padres de cabaña que fueron utilizados primero eran: “Castaño”, “Facundo”, “Cambalacho”, “Piojo” y “Grauna”. Castaño se constituiría en uno de los pilares de la producción de la cabaña, padre del “Castaño 150” ( Res. Campeón Bage 1.945 ) que padreara hasta 1.964 y dejara crías como “Capitan Alzaga” RP 1026 (moro), quien a su vez marco historia con hijos como “Alpamayo” RP 1798 (moro) que se destaco con una descendencia marchera por excelencia como “Burma” RP 2264 - RM 104 madre de “Totora”, “Cuadrera”, y “ Faja La Invernada” todas ganadoras de marcha, y de “Abedul” RP 3446 (moro), padre actual de manadas. Otros hijos de Alpamayo: “Yapa” RP 2360 ganadora marcha de minas 1.979, y “Santiago” RP 2060 moro (Gran Campeón Expo Melo 1.972 ), culminando su obra en la Estância “Cinco Salsos” en Bage. 

Pero el hijo mas importante que dejo “Capitan Alzaga” fue “Halcón La Invernada” RP 2465 – RM 101 (moro) Gran Campeón Melo 1.977 y mejores aplomos, con otra notable producción de ganadores de marcha como: “Mosqueta” RP 3212, “Leyenda” RP 3113, “Armonia” RP 3362, “Balconada” RP 3548, “Azucena” RP 3781, “Malicia” RP 3682, “Mirada” RP 3737 (Res. Gran Campeona Melo 2000 ), “Magnolia” RP 3901, “Malva” RP 3945, y “Chubasco” RP 2870; y de segundos y terceros puestos como “Anahi”, “Cuita”, “Comarqueña”, “Milonga”, “Canoa”, “Mulita”, “Monedita”, y “Bohemia La Invernada”. Entre los hijos machos de “Halcón” se destacan “Pulpero”, “Jabalí” (exportado a Alemania), “Yucatán”, “Resorte”, “Lancero La Invernada” RP 3148 (Reservado Campeón Padrillo Mayor Expo Prado ) y “Boliche La Invernada” RP 3767 (moro). Estos dos últimos son los encargados de continuar la línea de sangre de “Halcón”, quien se destacaba en su producción por las buenas líneas superiores, cuellos livianos, buenos aplomos, y que sobre madres hijas de “Xingu” RP 2345 produjera los productos mas codiciados de nuestra cabaña. “Lancero” a su vez es hermano entero de dos ganadoras de marcha: “Azucena” RP 3781 y “Balconada” RP 3548 y su hijo “Linyera”  obtuvo el Gran Campeonato Expo Melo 2001.

“Facundo” (moro) fue otro de los pilares de nuestra cabaña con hijos como Batalla RP 380 (rosillo tostado) Reservado Campeón Prado 1.948, considerado por Don Felippe como uno de los dos mejores productos de “La Invernada” de la época (el otro era Veneno) abuelo materno entre otros de Halcón y Centauro. Facundo produjo también a Zíngaro RP 355, Gran Campeón Expo Melo 1947, y primer producto de “La Invernada” expuesto en una exposición nacional que tuvo gran trayectoria en Brasil a donde fuera exportado, y a Caiman RP 375 exportado a Brasil a la cabaña “5 salsos” propiedad de Placido Martins en esa época; reconocida cabaña brasilera que en manos de Claudio Martins, sus productos dieron origen a los primeros ganadores del Freno de Oro.

Otro de los pilares de esta cría lo fue “Veneno” (moro), padre de Vercingetorix RP 798, padre a su vez de Navajo RP 1682 (rosillo) padrillo de reconocida trayectoria tanto en Brasil como en Uruguay, con excelente producción como hechicera La Invernada RP 2413 (Reservada Gran Campeona Prado 1.978 y otoño 1.982 ), Molles La Invernada RP 2344 (padre de corralera 306 ganadora de marcha FICCC Argentina 2.003 ), y de “Xingu “ RP 2345 RM 102 (rosillo) Gran Campeón Expo Melo 1.976 y Ganador del Concurso de Rienda. Xingu marco historia en las manadas de “La Invernada”, poseedor de una espectacular cabeza, cuello liviano y buena línea superior, dejo una cría en donde se destacaban por su andar y resistencia, con ganadoras de marcha como Totora, Cuadrera, Faja, Alcala, y segundos puestos y finalistas como Lenteja, Pantoja, Yerra, Punta Fria La Invernada. Casi la totalidad de las yeguas de la cabaña que se han destacado en las marchas tienen en algún lugar de su pedigree un nombre “Xingu”.

Hoy dos son los padres encargados de continuar su línea: Abedul La Invernada RP 3446 (moro) y Calamaco La Invernada RP 3463 (moro). El primero hijo de Burma RM 104, nieto de Alpamayo; el segundo hijo de Pelo Negro RP 2603 por Capitan.

Otro de los pilares de la cría fue “Morete”, padre de Centauro que se destaco con crías como “Rey de Bastos” RP 2637 (3° mejor macho otoño 1.981) y Mulata RP 2666 (Res. Campeona Yegua Menor Prado 1982). Esta línea se conserva por línea materna del “Boliche” RP 3767.

Un hecho que origino otro pilar en “La Invernada” fue la compra de “Piron Rumbeador” (bayo cabos negros), cría de Vazquez Varela, en precio record de 10000 $ oro que Don Felippe pagara en la época. Con su poca descendencia la cabaña conquistó el Gran Campeón del Prado 1.963 montado por el inolvidable “Tito Olivera”: “Chamaco” RP 1368 (bayo), que a su vez produjo a “Apolo” RP 2017 (bayo) Gran Campeón Expo Melo 1.971, y Res. 1.972, que dejo una producción dócil, ágil, de buena morfología, con varias ganadoras de marcha como Mandarina RP 3144, Chispita RP 3364, Despedida RP 3365, y finalistas Bolita, Ladina y Barrica. Su hijo mas “mentao”: “Aguante La Invernada” (el ruso) que ganara el chasque de Melo en un promedio Record Mayor a 30 km/h y su categoría en marcha FICCC Alegrete con solo 21 días de preparación. A Apolo lo sucede “Pericon La Invernada” RP 3520 (bayo) que se destaca también con crías mansas y dóciles.

La quinta línea de sangre se origino con la importación de “Almirante Seival” de Brasil, que produjera a Don Silverio RP 1136 (gateado) padre del famoso “Don Juan” RP 1712 destacado en la cría de Martirena y luego en Argentina, “Morena” (Gran Campeona Bage) y “Katramina” madre de “Mate Amargo La Invernada” RP 2618 que se destaco con crías como las ganadoras de marcha funcional Vicuña RP 3104, Azafran RP 3432 y Gioconda RP 3371, finalistas como Curandera, Onza, y Luz del Alba. Continuando su obra “Poncho e´lana” RP 2965 (ros–moro) y sus nietos Susto y Chasque La Invernada.

Estas 5 líneas de sangre son las que utilizamos a través de los años y que nos han permitido llegar en la actualidad al RP 4800 con un sello típicamente uruguayo, que ha hecho cosas que han inundado de emoción a la familia criollista como el “Chasque Melo – Montevideo” en que se hicieron 400 Km a pata de caballo en poco mas de 17 horas y bajo un terrible temporal de viento y lluvia con 13 criollos de nuestra marca y 12 aguerridos chasques, hasta llegar a todo galope al corazón de Montevideo y dar por cumplida la misión ante el Sr. Presidente de la Republica (20/09/2000), así como la travesía del chileno Samuel Candia en Itamarati La Invernada RP 3778 (Chaparron x Yerra) que salió de Montevideo en el 2001 y llego hasta Venezuela cruzando dos veces la Cordillera de los Andes, escalando el Cerro Rico con mas de 5.000 mts de altura en Bolivia y traspasando suelos brasileños, selvas y desiertos paraguayos.

 

 

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